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TDAH en adultos: ¿Cómo se diagnostica?

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El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se suele relacionar con la infancia, pero también puede persistir en la edad adulta. Diagnosticarlo en personas adultas puede ser más complejo, ya que los síntomas se pueden presentar de manera diferente y con frecuencia se pueden confundir con otros problemas de salud mental. Te contamos cómo se detecta el TDAH en adultos y qué técnicas se emplean para obtener un diagnóstico preciso.

¿Qué es el TDAH?

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que se manifiesta «por dificultades persistentes para mantener la atención, controlar los impulsos y regular el nivel de actividad”, según explica la Dra. Helena Vico, neuróloga en Ascires.

En adultos, estos síntomas pueden interferir en la esfera profesional, familiar, de pareja y social, entre otras. Generalmente son más leves que en la infancia y pueden haber pasado desapercibidos en edades más tempranas. «La persona y su entorno pueden haber desarrollado estrategias compensatorias que dejan de funcionar al enfrentarse a demandas mayores en la edad adulta, como el trabajo», aclara la especialista. También es común que se confundir estos síntomas con otros problemas: «Por ejemplo, la necesidad constante de estar ocupado se puede confundir con la ansiedad», añade.

Existen varios subtipos de TDAH:

  • Predomina la inatención y disfunción ejecutiva: dificultad para concentrarse, planificar, organizar y mantener el foto.
  • Predomina la hiperactividad e impulsividad: inquietud constante, dificultad para quedarse quieto, actuar sin pensar.
  • TDAH combinado: se presentan tanto síntomas de inatención como hiperactividad e impulsividad.  

Síntomas del TDAH en adultos

Un adulto con TDAH puede sentir que aumenta la inestabilidad en su vida por algunos de estos síntomas:

  • Problemas para concentrarse: dificultad para mantener la atención en tareas o actividades.
  • Desorganización: dificultad para gestionar el tiempo y organizar tareas.
  • Impulsividad: precipitarse en la toma de decisiones sin considerar las consecuencias. ‘Puede manifestarse, por ejemplo, en respuestas excesivamente aceleradas, en falta de paciencia para esperar el turno de palabra o en un exceso de gastos’, señala la doctora Vico.
  • Problemas de memoria: olvidar compromisos, citas o detalles importantes, dificultad para prepararse un examen, etc.
  • Inquietud: sensación constante de nerviosismo, necesidad de moverse y dificultad para relajarse. “Esto puede causar interferencias en actividades monótonas, pero también en otras más lúdicas, como ir al cine o disfrutar de la lectura”, indica la especialista.
  • Baja tolerancia a la frustración: dificultad para gestionar contratiempos o demoras.
  • Cambios de humor frecuentes: variaciones emocionales intensas y repentinas.
  • Estrés mal gestionado: incapacidad para regular la respuesta emocional ante situaciones exigentes o estresantes.

Aunque muchas personas pueden experimentar alguno de estos síntomas en momentos puntuales, el diagnóstico del TDAH solo se establece cuando:

  • Los signos son persistentes
  • Se presentan desde la infancia
  • Afectan de forma significativa al funcionamiento diario en diferentes ámbitos de la vida.

Proceso diagnóstico

El diagnóstico del TDAH en personas adultas es clínico, lo debe realizar un profesional sanitario especializado y sigue varios pasos estructurados:

  • Evaluación clínica: el especialista en Neurología realiza una valoración detallada, con entrevista y cuestionarios para entender los síntomas y su impacto en la vida diaria del paciente.
  • Historia clínica: se revisa el historial clínico del paciente, así como posibles antecedentes familiares de TDAH u otros trastornos neuropsiquiátricos.
  • Criterios del DSM-5: el diagnóstico se establece en base a los criterios definidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5), que incluye la presencia de síntomas persistentes desde la infancia y su interferencia en múltiples ámbitos de la vida. Para evaluar la gravedad de los síntomas ser realizan escalas y pruebas neuropsicológicas que valoran funciones cognitivas como las capacidades atencionales y la función ejecutiva, entre otras.
  • Evaluación de otras condiciones: es frecuente que el TDAH coexista con otros trastornos, como la ansiedad o la depresión. Detectar y tratar estas condiciones asociadas es clave para una intervención eficaz: “En algunos casos, puede ser necesaria una prueba de imagen, como una resonancia magnética, para descartar otras patologías neurológicas”, señala la neuróloga.

TDAH: Factores de riesgo en adultos

Aunque aún no se conocen con precisión las causas exactas del TDAH, se trata de un trastorno de origen multifactorial, en el que intervienen factores genéticos, ambientales y psicosociales.

“Es muy frecuente que un adulto acuda a consulta tras el diagnóstico de TDAH de uno de sus hijos”, indica la Dra. Vico. “Este trastorno presenta un patrón de heredabilidad elevado, con una carga genética estimada entre el 70% y el 80%”.

A pesar de esta fuerte base genética, no existe actualmente una prueba genética específica que permita confirmar el diagnóstico de forma definitiva. Por ello, el diagnóstico del TDAH sigue siendo clínico, basado en la evaluación detallada de los síntomas y su impacto en la vida diaria.

Importancia del diagnóstico preciso

Contar con un diagnóstico preciso de TDAH en edad adulta es esencial para abordar el trastorno de manera eficaz y personalizada. Un diagnóstico adecuado permite iniciar un tratamiento adaptado a las necesidades de cada persona, que puede incluir terapia cognitivo-conductual, medicación específica y estrategias de coaching y psicoeducación.

Estos recursos contribuyen a mejorar la calidad de vida, el bienestar emocional y el funcionamiento en el ámbito personal, social y profesional.

Si sospechas que puedes tener TDAH, es recomendable que acudas a un especialista para que valore tu caso. Ese puede ser el primer paso para una vida más equilibrada y productiva.

En nuestra Unidad de Neurología de Ascires contamos con un equipo de profesionales especializados en este tipo de trastorno. Si necesitas consultar, contacta con nuestro Centro de Atención al Paciente (963 400 900).

Ascires

Ascires es el grupo biomédico pionero en España en Diagnóstico por Imagen, Medicina Nuclear, Genética Médica y Oncología Radioterápica guiada por Imagen. Desarrolla su actividad para hospitales públicos y privados, así como en su propia red de Clínicas Biomédicas en la Comunidad Valenciana y Cataluña. Con una trayectoria de más de 50 años y un equipo de más de 600 profesionales, el grupo Ascires centra su labor en diagnóstico y tratamiento, reinvirtiendo anualmente una media del 15% de los beneficios en I+D+i. Una reinversión que le permite la constante incorporación de lo último en tecnología y software médico.

En este sentido, Ascires Grupo Biomédico está focalizado en medicina personalizada de precisión, gracias a la continua innovación en el desarrollo de biomarcadores de inteligencia artificial y algoritmos de diagnóstico propios, que integran los datos genómicos, clínicos y los procedentes del Diagnóstico por Imagen.

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