Un bebé que se cansa mientras come, un niño que no crece y no aumenta de peso o un menor que se agota cuando realiza una actividad física. Todas ellas son señales que pueden apuntar a un problema cardiovascular que debe ser valorado por un especialista de Cardiología pediátrica.
Las alteraciones cardíacas en los niños y adolescentes suelen pasar desapercibidas porque no tienen una sintomatología bien definida. Sin embargo, es cierto que existen algunas señales de alerta que los padres pueden considerar como indicios a los que es necesario prestar atención.
¿Cuándo debería realizar un chequeo al corazón de mis hijos?
El doctor Álex Fernández, especialista en Cardiología Pediátrica de Clínicas Biomédicas Ascires ofrece algunas indicaciones: «El ejercicio de un bebé es comer. Si observamos que se cansa mientras come, entonces sería conveniente solicitar una consulta. Otras señales de alerta son observar que no crece y no aumenta de peso«.
Los niños que son un poco más mayores ya pueden comunicar con palabras qué sienten. Una alerta sería, por ejemplo, que dijeran que les duele el pecho o sienten que el corazón late con fuerza. Otra señal que los adultos podemos observar y que merece nuestra atención es advertir que se cansan excesivamente realizando ejercicio como, por ejemplo, corriendo.
Síntomas de alerta cardíaca en niños
En cualquier caso, el doctor Fernández recomienda la visita al cardiólogo pediátrico si se presenta alguno de estos síntomas:
- Dolor torácico, tanto si el niño realiza ejercicio como si está en reposo.
- Las pérdidas de conocimiento (síncope), tanto si se producen mientras se realiza ejercicio como si se dan en reposo.
- Las palpitaciones y las arritmias.
- Aunque en menor frecuencia, si se ha diagnosticado una enfermedad cardiovascular a algún familiar.
De hecho, cuando nos referimos a las enfermedades del corazón solemos pensar que afectan solamente a personas mayores o a individuos que tienen problemas congénitos. Sin embargo, los adultos jóvenes, los adolescentes y los niños también son susceptibles de tener problemas cardiacos.
Cardiología pediátrica: Los problemas de corazón más comunes en niños
Según el especialista, el motivo de consulta más frecuente son las patologías congénitas, las patologías familiares y las alteraciones cardiovasculares.
- Cardiopatías congénitas. Se producen cuando el paciente nace con una patología cardiaca bien porque se detecta intraútero, bien porque los médicos descubren un soplo nada más nacer.
- Patologías familiares. Son niños que acuden a consulta porque a tienen algún familiar cercano que ya ha sido diagnosticado con una cardiopatía. Son posibles pacientes que acuden a un chequeo muy dirigido.
- Alteraciones cardiovasculares. Suelen descubrirse bien en controles rutinarios o bien porque el niño va a ser operado y, previamente, se le realiza un electrocardiograma para confirmar que está bien.
Una vez realizada la consulta y el chequeo médico correspondiente, el especialista en Cardiología pediátrica confirma que las afecciones cardiacas más habituales en la infancia son las relacionadas con los defectos en la anatomía y en la función del corazón:
- Defectos interventriculares. Son defectos anatómicos del corazón que dependiendo del tamaño pueden requerir operación.
- Defectos musculares, que no suelen tener repercusión en la vida cotidiana del niño.
- Defectos de las válvulas del corazón.
- Anomalías complejas, como malformaciones del músculo cardíaco en forma de agujeros o válvulas que no funcionan bien.
Soplo cardíaco en niños: ¿inocente o patológico?
El soplo cardíaco es uno de los motivos más frecuentes de consulta. De entrada, suele asustar mucho a los familiares, pero conviene diferenciar entre soplo inocente y soplo patológico. Las principales diferencias se encuentran en el tipo de sonido y en la experiencia del médico para saberlo analizar:
- Soplo inocente. Suele aparecer en niños sanos, que no tienen síntomas. El cardiólogo lo identifica y realiza un seguimiento, observando que no cambia de características.
- Soplo patológico. Si el soplo llama la atención del médico por su sonido y además el niño presenta otros síntomas, como que no crece ni gana peso, sería conveniente realizar una ecografía para comprobar el funcionamiento del corazón.
El doctor Fernández confirma que «el soplo inocente es la primera causa de valoración de niños sanos. Se realiza para descartar posibles alteraciones, pero la existencia de un soplo no significa necesariamente que haya una enfermedad. Es una pequeña vibración que se produce cuando la sangre pasa más acelerada y el corazón va más deprisa».
En Clínicas Biomédicas Ascires contamos con los mejores especialistas en Cardiología y con la última tecnología médica para abordar cualquier alteración o problema cardiovascular desde la infancia hasta la edad adulta. Con nuestro protocolo AsciresKids minimizamos la sedación del paciente pediátrico, siempre que es posible, durante la realización de pruebas diagnósticas de imagen.